LA DÉCADA DE LOS ALGORITMOS: CÓMO ENTENDER HOY AL CONSUMIDOR DEL 2035
Cuando pensamos en el futuro del consumo, solemos imaginar tecnologías futuristas o nuevos hábitos de compra. Sin embargo, el verdadero cambio ya está ocurriendo y tiene un protagonista claro: los algoritmos. Hoy, más del 75% de la inversión publicitaria global se ejecuta en plataformas que operan con inteligencia artificial. Esto significa que la relación entre marcas y consumidores está mediada por sistemas que aprenden, anticipan y deciden por nosotros.
El estudio Consumer Vision 2035 de dentsu no busca enumerar tendencias, sino ofrecer una hoja de ruta sobre cómo se transformará la manera en que las personas se relacionan con las marcas. Estamos pasando del insight al foresight: ya no basta con entender al consumidor actual, necesitamos anticiparnos a lo que esperará en la próxima década.
La delegación digital es un cambio evidente. Cada vez más, los usuarios ceden decisiones cotidianas a la tecnología: qué ruta tomar, qué canción escuchar o qué producto comprar. Los algoritmos se vuelven asistentes invisibles que gestionan experiencias hiperpersonalizadas. El dilema para las marcas es claro: ¿cómo construyen relevancia en un entorno donde ya no hablan directamente con las personas, sino con los sistemas que median esas interacciones?
Surgen también nuevos paradigmas de poder. La sostenibilidad y los nichos culturales desafían a los actores tradicionales, descentralizando la influencia en comunidades y fandoms que exigen autenticidad. Aquí, las marcas tienen la oportunidad de integrarse de forma activa, co-creando con consumidores y generando alianzas poco convencionales.
El consumidor del 2035 exigirá experiencias híbridas, intensas y transparentes. La personalización seguirá siendo fundamental, pero basada en confianza y control sobre los datos. Para quienes perciban que la ecuación costo-beneficio es positiva, compartir información no será un riesgo, sino una garantía de recompensa.
El futuro estará liderado por marcas perceptivas: aquellas capaces de anticipar necesidades, interactuar de forma natural y generar vínculos emocionales genuinos. En un mundo mediado por la IA, la empatía y la creatividad serán tan decisivas como la tecnología. La clave estará en usar datos no para reemplazar lo humano, sino para amplificarlo.
Los próximos diez años marcarán una década decisiva: los algoritmos y la IA ya son los nuevos gatekeepers de la comunicación, y el desafío de las marcas será mantenerse significativas en este ecosistema.